dissabte, 20 de juliol del 2013

Guardiola, Enrique Vila-Matas y "Esperándolo a Tito"





La realidad informativa es a menudo curiosa y sorprendente. En apenas una semana, una de las parejas más exitosas de la historia del fútbol ha sido protagonista por diferentes razones. Las recientes ruedas de prensa de Guardiola (atacando a la actual directiva del Fútbol Club Barcelona) y de Tito Vilanova (escenificando problemas de relación con el de Santpedor) han copado las conversaciones futboleras de los últimos días.

 

A raíz de las palabras de Guardiola recordé dos referencias (hay bastantes más) del gran EnriqueVila-Matas (otro gran escritor futbolero) sobre el entrenador. Una de ellas corresponde al artículo “Fútbol hablado” (se puede leer aquí). Una expresión esta –la de “fútbol hablado”- que demuestra la gran capacidad que este deporte tiene con el mundo de las palabras.


"Aunque no fuera bueno en su oficio, nadie podría ya quitarle a Guardiola haber conseguido en poco tiempo haber mejorado el fútbol hablado."


La otra referencia a Guardiola que recordé fue, justamente, una en la que el escritor explicaba su relación con futbolistas lectores -como Guardiola y Pardeza.

"En la década de los noventa entablé cierta amistad con futbolistas que leían. Con Pardeza y Pep Guardiola, muy especialmente. Ellos querían que les hablara de literatura, y yo en cambio que me contaran secretos del fútbol."
  
Fútbol y literatura. Escritores que preguntan sobre fútbol y futbolistas que se interesan por la literatura.

Enrique Vila-Matas

Hoy, en cambio, después del anuncio de la renuncia de Tito Vilanova como consecuencia de la reproducción de su enfermedad, me he acordado de uno de los textos sobre fútbol que más me han hecho disfrutar. Se trata de “Esperándolo a Tito”, escrito por EduardoSacheri, de quien hablaré en otro post.

Eduardo Sacheri

Esperándolo a Tito” es una maravilla de relato corto. Las palabras consiguen hacer que toda la esencia del fútbol, del fútbol de barrio, de ese fútbol que muchos hemos jugado de pequeños y que practicamos como si nos fuera la vida en cada partido se conviertan en auténtica experiencia.

Un texto que es una demoledora demostración de la relación que existe entre fútbol y literatura, y de cómo el fútbol puede ser tema central de la gran escritura.

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